Estos espacios de compartir estuvieron llenos de recuerdos, afecto y gratitud. Los asistentes participaron inicialmente en la Sagrada Eucaristía, para luego disfrutar de un recorrido por los diferentes espacios del Colegio, lo que les permitió evocar memorias y anécdotas de su vida estudiantil. La jornada culminó con una velada musical, en la que algunos compañeros de otras promociones ofrecieron su talento como muestra de amistad y fraternidad.

Estos especiales encuentros contaron con el acompañamiento y saludo del Padre Rector, Juan Pablo González Escobar, SJ, y de la oficina de Promoción Institucional.

Más allá del reencuentro, estos espacios son una expresión viva del sentido de pertenencia y de la huella imborrable que el Colegio deja en cada uno de sus estudiantes. Son oportunidades para renovar el vínculo con su historia y con los valores ignacianos que marcaron su camino, reafirmando que la formación bartolina trasciende en el tiempo y sigue inspirando sus proyectos de vida.

Sin duda, fue una valiosa oportunidad para fortalecer los lazos con la institución, reafirmar el orgullo de ser bartolinos y recordar que la formación integral recibida continúa siendo una luz que guía sus vidas.